El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) de uso muy común entre humanos mientras que el paracetamol es un analgésico y antipirético. Hasta hace poco, eran sin receta en todas sus presentaciones. Nosotros tomamos ibuprofeno y paracetamol como si fueran chuches, algo terriblemente mal por nuestra parte, pero, aunque esta sobreexposición a la larga tiene efectos nocivos en nuestro cuerpo, no es tanto como lo que provoca en nuestras mascotas.
Como es de suponer, nunca debemos medicar a nuestros animales sin prescripción y/o supervisión veterinaria; pero si, además, elegimos el ibuprofeno o el paracetamol como medicación, por muy buena intención que tengamos, vamos a tener consecuencias muy graves.
Como decía Paracelso: «Nada es veneno, todo es veneno, la diferencia está en la dosis.«
Los medicamentos tienen un «nivel de seguridad», por así llamarlo, que indica la cantidad a la que son efectivos ya que más cantidad tendrá consecuencias o incluso puede llegar a ser letal. Aunque solo sea por tamaño, en nuestros animales estos niveles son mucho menores que en nosotros.
El paracetamol es tóxico en dosis de 150mg/kg en perros y 50mg/kg en gatos. Provoca desde vómitos y shock hasta falta de oxigenación y problemas respiratorios. Son síntomas que, a ojos inexpertos, pueden no parecer tan graves pero tienen un fatal desenlace si no se toman las medidas adecuadas lo antes posible.
Por otro lado, el ibuprofeno es tóxico en dosis mínimas para gatos y, en el caso de los perros, a partir de 25mg/kg; llegando a provocar hasta un coma si ingiere 400mg/kg.

SI CREO QUE LO HA INGERIDO…¿QUÉ HAGO?
Ir al veterinario, sin esperar. Intenta llevar la caja en la que viene la información y, sobre todo, piensa o cuenta cuántas pastillas ha podido ingerir.
Una vez llegues a la clínica, informa de absolutamente todo. El equipo veterinario se pondrá manos a la obra y hará todo lo que considere adecuado para poner a salvo a tu mascota.

¿CÓMO EVITARLO?
Fácil, mantenga los medicamentos fuera del alcance de los niños…digo las mascotas. Y, como hemos comentado al principio, nunca darle medicamentos a nuestros animales sin que un veterinario lo haya recomendado previamente.